martes, 8 de julio de 2014

Patience, de Guns n Roses

Cuando yo era adolescente uno podía dedicar canciones como esta con mayor libertad. Al menos eso creo yo. Los sentimientos no se ocultaban y las respuestas, aunque fueran negativas, existían. O al menos así lo viví yo. Hoy uno dedica una canción y parece una declaratoria de guerra. Luego, la respuesta se pierde en el limbo de la incertidumbre. Hacerlo es como sacar un pez del agua, decir lo que uno siente es un movimiento peligrosísimo y a la vez es más fácil y cansado jugar con el doble sentido de los emoticones y los silencios que con la frontal verdad. Y eso que apenas han pasado 25 años. Todo esto para decir que estuve a punto dedicar esta canción, pero el presente me hizo no dedicarla. Buenas noches... y buena vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario