sábado, 4 de agosto de 2012

Los árboles

El sonido de la motosierra se fue silenciando y el último pino cayó al suelo. Cuando el guardabosques me apuntó y sentí el cañón cerca de mi nuca solamente supe responder que por fin ella (es decir, tú) no tendría dónde esconderse. Los guardabosques no entienden de personas abandonadas. En ese sentido, tú eres lo más cercano que conocí a un guardabosque. Camino a la cárcel, sonreí. Solo esa vez imaginé tu cara descubriendo troncos mutilados en vez de un bosque.

1 comentario:

  1. De dos patas era el ave que volaba con la cola, el reloj, sus plumas verdes y sus hojas no tanto, agitaban a la vieja, que con su almohada la espantó, pero como habia lunas en su pecho, canturreaba una melodia, la mosca no cedió, amiga de aquella ave como pan y mantequilla,ya dormidas se comian juntas mariposas en chocolate, palomitas de canela y a la mosca en la cantina con tocino y aguardiente de membrillo.

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