lunes, 23 de julio de 2012

Una mañana de lunes cualquiera

Ahí, donde los objetos flotan, donde las calles se voltean en cualquier momento, en donde un hombre con sombrero de copa detiene el reloj y lo adelanta o retrasa ad libitum, ahí me encontré descubriéndote el torso y limpiándote la piel con la lengua, acicalándote gata castaña de piel blanca, gata niña de sonrisa decorada con labial rojo.

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