Nunca la había besado. Encontramos que sus labios y los míos se ajustaban perfectamente. No todos los días uno despierta siendo rey y teniendo una reina al lado. Tampoco me detuve a pensar por qué no lo había hecho. Encontramos una armadura vacía. Al abrirla encontramos restos de ratones. Seguramente también encontraríamos restos de los días anteriores, antes del holocausto.
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