miércoles, 25 de marzo de 2015

Jaime


Naciste apenas unos días empezada la primavera, pero no alcanzaste a llegar a la última. Te quedaste a unos días del círculo perfecto, Jaime, pero tu poesía siempre superó el invierno, el verano y todas las estaciones. Cuando yo era muy joven, me gustaba quedarrme borracho por las noches, de tu poesía, charanda y cigarros sin filtro. Luego te imitaba cuando escribía mis primeros pasos y no me importaba hacerlo, como tampoco me importó caminar con las manos atrás, como lo hacía mi abuelo. Hoy he olvidado toda tu poesía… o casi toda. Pero tu resonancia sigue ahí, Jaime, como los ecos de tu lejana y triste Chiapas, como el rescoldo de tus letras que algunos odian y otros tantos aman. La vida no ha sido distinta sin tí, Jaime, pero volver a una página tuya me recuerda que la vida no es sino una serie infinita de poemas, que se confunde a veces con la palabra poesía.


No hay comentarios:

Publicar un comentario