Es inútil seguir muriendo.
Preciso matar a alguien y después dejar que el mundo siga su curso.
(Como si yo pudiera detenerlo)
No lloraré.
Mejor te arrancaré las lágrimas con esta hoja de periódico.
Si es que alcanza la tinta.
Dejaré de escucharte a partir de las 14:00 horas y tal vez para siempre.
Después de la media noche dejaré de creer en ti y, antes que haya amanecido,
espero te hayas largado.
(Aunque en realidad quiera despertar con mi boca en tu espalda)
Luego, al mediodía, venderé mi alma,
que no he tenido,
por algo puro,
que ya no eres.
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